Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque fundamentalmente
tú has hecho lo que querías en tu vida.
Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo
y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre
surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte,
enfréntala con valor y acéptala.
De una manera u otra es el resultado de tus actos
y prueba que tú siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso,
ni se lo cargues a otro.
Acéptate ahora o seguirás
justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento
es bueno para comenzar
y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado;
así como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes;
de quien no acepta situaciones,
de quien vivirá a pesar de todo.
Piensa menos en tus problemas
y más en tu trabajo y las soluciones
vendrán a tu encuentro por sí solas.
Aprende a nacer desde el dolor
y a ser más grande que el más grande
de los obstáculos.
Mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y
fuerte.
Y dejarás de ser un títere de las circunstancias
porque tú mismo eres el arquitecto de tu destino.
Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida.
Ahora despiértate, lucha, camina, decídete
y así triunfarás en la vida;
Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es
el pretexto de los fracasados.
Pablo Neruda


No esperes ser amado para amar. . .
No esperes estar solo para reconocer el inmenso valor de un amigo. . .
No esperes el luto del mañana para reconocer la importancia de quienes
están hoy en tu vida...
No esperes tener el mejor de los empleos para ponerte a trabajar...
No esperes la nostalgia del otoño para recordar un consejo. . .
No esperes la enfermedad para reconocer que tan frágil es la vida. . .
No esperes a la persona perfecta para entonces enamorarte. . .
No esperes el dolor para pedir perdón. . .
No esperes la separación para buscar la reconciliación. . .
No esperes elogios para creer en ti mismo...
No esperes que los demás tomen la iniciativa, cuando sabes que tú mueres
de ganas de un abrazo, una caricia, un beso. . .
No esperes el "te amo” para decir “yo también"
No esperes tener dinero por montones para entonces ayudar al pobre...
No esperes el día de tu muerte si aun no has amado la vida. . .
No podemos esperar, el momento es hoy y hoy significa ahora, este día.
No vivamos esperando de los demás, empecemos a ser protagonistas. Es
nuestra vida, es nuestro presente: Aquí y ahora.
Debemos aprender a
amar, a dar desinteresadamente, a sentir, a perdonar, a darle valor a
nuestras pequeñas cosas, a nuestros amigos, a nuestro trabajo, a nuestra
vida de todos los días.

1 comentario:
goreti ideal, ya hablaremos un besote antonio
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